sábado, 29 de octubre de 2011

pineland (sobre el simulacro)

de roger bartra, territorios del terror y la otredad:

desde mediados del siglo XX, los militares de estados unidos han realizado un simulacro ritual, cuatro veces al año, en los extensos territorios de fort bragg, en carolina del norte. el simulacro consiste en que han inventado un país llamado pineland donde durante diecinueve días un grupo selecto de soldados se entrena en la lucha, apoyando a un grupo de rebeldes nativos, contra un gobierno represivo y tiránico. el juego se practica en una zona boscosa y en una extensa área poblada que abarca diez condados rurales y suele solicitar la actuación de civiles y fuerzas de la policía local para dar realismo a los combates. los militares actúan vestidos de civil con armas reales, pero con munición de salva.

el sábado 23 de febrero del año 2002 un par de soldados que se entrenaban en pineland circulaban en un camión conducido por un civil que actuaba como colaborador nativo. transitaban por una carretera del condado de moore, cerca del pueblo de robbins. a esa misma hora, hacia las dos y media de la tarde, un sheriff del condado vigilaba la carretera. nadie le había advertido que se hallaba en el mítico país de pineland, creado por los militares. vio pasar un vehículo sospechoso y lo detuvo para investigarlo. los soldados vestidos de civil estaban convencidos de que era un reto que formaba parte del simulacro.

ellos debían mostrar sus habilidades tácticas y capacidad de supervivencia. en lugar de identificarse, se defendieron e intentaron sacar sus armas de la mochila, creyendo que el oficial era un actor en pineland. el sheriff, nervioso y más rápido que ellos, les disparó. uno de ellos murió y el otro quedó gravemente herido.

el portavoz de fort bragg declaró después que había habido un malentendido y falta de comunicación, y que el uso de atuendos civiles se había usado siempre en ejercicios diseñados para probar las habilidades en el trato con la gente, así como para entrenarlos en ética, capacidad de juicio y agilidad en la toma de decisiones en ese país ficticio que es pineland.

¿ficticio? es posible que este universo paralelo sea inventado, pero lo que allí sucede no ha escapado a la mirada escrutadora de los antropólogos. una antropóloga que vive en la región, catherine lutz, se dio cuenta del profundo significado de lo que ocurre en ese país exótico e imaginario, y escribió al respecto un artículo iluminador en el new york times. La profesora de la universidad de carolina del norte, que ha estudiado durante años la cultura militar de fort bragg, señala que detrás de pineland descubrimos otras historias sobre lo que han hecho realmente los militares de estados unidos en guatemala, el salvador o vietnam al apoyar a gobiernos corruptos y dictatoriales.

ella relata que cuando visitó el pueblo de robbins, donde ocurrió el incidente con el sheriff, para conversar con la gente sobre el suceso, se topó con un hombre que tenía al frente de su taller de reparación de autos dos enormes banderas decimonónicas del ejército de los estados esclavistas confederados, al lado de un cartel que anunciaba agresivamente: “this is not mexico.” los trabajadores latinos son así advertidos de que allí no es méxico, y no se les aclara que están en ese país imaginario donde los soldados yanquis encuentran un pueblo amigo que les ayuda a derrocar un gobierno maligno. pero los sheriffs del gobierno, como en las buenas películas del oeste, desenfundan rápido su pistola, eliminan a los extraños forajidos y nos devuelven a la realidad.

¿a la realidad? eso que llamamos nuestra realidad política contemporánea no se puede comprender sin tomar en cuenta las extensas redes imaginarias del poder. estas redes permiten explicar las nuevas formas que alimentan y reproducen la legitimidad de los estados posmodernos, como complemento cada vez más indispensable de los tradicionales mecanismos de representación democrática.

[...]

estas redes imaginarias generan constantemente los mitos polares de la normalidad y la marginalidad, de la identidad y la otredad, y cristalizan en simulacros estrechamente ligados a los procesos de dislocación crítica típicos de las sociedades posmodernas. he contado el incidente en el país ficticio de pineland porque en forma sintética permite dibujar una imagen de las funciones legitimadoras de las redes imaginarias. se trata de un proceso de estimulación y creación de franjas marginales de terroristas, sectas religiosas, enfermos mentales, desclasados, indígenas, déspotas musulmanes, guerrilleros, emigrantes ilegales exóticos, mafias de narcotraficantes y toda clase de seres anormales y liminales que amenazan con su presencia –real e imaginaria– la estabilidad de la cultura política hegemónica. en este escenario lleno de peligrosos enemigos, los superhéroes de la normalidad democrática occidental y los representantes de la mayoría silenciosa deben prepararse para combatir al mal: se trata de batallas con un alto contenido imaginario y alegórico, pero no son inexistentes o irreales.

es curioso y sintomático que un vocero de fort bragg declarase orgulloso que soldados que regresaban de la guerra en afganistán habían afirmado que su tarea allá había sido “una imagen en espejo” de la que habían entrenado en pineland. aparentemente los militares veían los combates en el país real como “imágenes” de lo que habían experimentado en el país ficticio.

[...]

el hecho es que con el nuevo siglo se han ampliado espectacularmente lo que podría llamarse las redes imaginarias del terror político, y resulta innegable que ello forma parte de un profundo cambio en la organización del poder a escala planetaria. evidentemente, la expansión internacional de las redes informáticas ha magnificado el proceso. la dimensión imaginaria radica en la construcción de un escenario omnipresente donde se enfrentan, por un lado, la civilización occidental democrática avanzada y, por otro lado, un amplio imperio maligno de otredades amenazantes, primitivas y fanáticas. la reducción de la complejidad política a este esquema binario es sin duda escalofriante, pero inmensamente eficaz para estimular formas renovadas de legitimidad y cohesión. y, no obstante, se trata de un simulacro donde la cultura y la política tienen un papel fundamental. 

el espectáculo ha vuelto a colocar en el centro de nuestra atención el problema del carácter de la cultura occidental y su relación conflictiva con la periferia de alteridades. [...] me parece que si deseamos comprender las formas que vinculan la cultura y la política en las sociedades actuales más desarrolladas, nos será útil, por decirlo así, abrir la caja negra que envuelve las estructuras de mediación para observar el fino tejido de redes imaginarias y simbólicas.

si queremos una metáfora más ligada a la tragicomedia contemporánea, podríamos decir que las cajas negras de los aviones que fueron estrellados contra las torres gemelas en nueva york y el pentágono en washington contienen claves, no para descubrir conspiradores, sino para desentrañar la manera en que se tejen hoy en día, a escala global, las redes imaginarias del terror político. tal vez todo comenzó de una manera muy sencilla. ya san agustín había dicho hace mucho tiempo que los herejes se dan para que cuestionen y provoquen disputas, y así se formulen las definiciones necesarias para organizar la fe. los herejes han acabado por formar parte de amplias franjas de marginalidad hiperactiva que funcionan de manera muy complicada y que están dotadas de esa gran plasticidad que les permite adaptarse a muy diversos hábitats sociales.


hace un siglo los antropólogos se dedicaban al estudio de los salvajes y los primitivos que vivían en tierras remotas colonizadas y sometidas al dominio de los imperios. hoy debemos estudiar herejes, anormales, lunáticos, narcotraficantes, guerrilleros y bandas rebeldes que operan a nuestro lado y son nuestros vecinos. tan reales y al mismo tiempo tan imaginarios fueron aquellos indios y bosquimanos como hoy lo son nuestros marginales y nuestros terroristas.

[...]

es importante que hagamos de la ironía un método de investigación. acorde con ello, quiero regresar a ese peculiar ejemplo de red imaginaria que es el mundo inventado por los militares en estados unidos. apenas tres semanas después del incidente del sheriff que disparó contra dos soldados, el presidente george bush visitó el lugar, como parte de su campaña por lograr que el congreso aprobase un enorme presupuesto para la defensa contra el terrorismo, de 379,000 millones de dólares.

la caravana presidencial transitaba por una tranquila carretera flanqueada de árboles en la que un cartel pintoresco anunciaba: “welcome to pineland.” el presidente bush se topó enseguida con dos autobuses escolares incendiados y entró en una improvisada ciudad invadida por manifestantes amenazadores, que rodeaban un tanque destruido y se mofaban del presidente. trepado en lo alto de un gran bloque de cemento –marcado con un letrero que indicaba que era la embajada de estados unidos–, bush observó los acontecimientos protegido por un casquete de beisbolista, anteojos protectores y orejeras amortiguadoras. varios comandos descendieron por unas cuerdas desde un helicóptero, seis paracaidistas saltaron con precisión desde una altura de tres mil metros, llegaron varios rangers, algunos en moto y otros en vehículos “todo terreno”. desde un helicóptero era ametrallada una multitud que agitaba palos contra bush y gritaba “go home! go home!”

en torno, fuertes explosiones levantaban nubes de polvo. grupos de fuerzas especiales asaltaban, cuarto por cuarto, un edificio adyacente lanzando metralla y explosivos contra los revoltosos que allí se escondían. después de quince minutos el presidente bush avisó por radio al comandante que la batalla había terminado. el campo de Pineland estaba lleno de cuerpos y escombros. “fue emocionante –declaró Bush–; creo que están bien entrenados. me da gusto que estén de nuestro lado.”

más se habría emocionado el presidente si hubiese sospechado que un valeroso sheriff estaba vigilando el camino desde su patrulla. tampoco sospechó que el espectáculo que acababa de ver lo presentaba como el simulacro de un presidente actuando en un escenario donde se mezclan lo auténtico y lo imitado, lo real y lo imaginario. el presidente se ha convertido en la representación de ese sheriff que no puede distinguir entre el teatro y la vida, porque él mismo es actor en la comedia y gobernante trágicamente existente del sistema más poderoso de la tierra. nos guste o no, ahora debemos tomar estos poderosos simuladores, que forman parte de la miseria de nuestro mundo, como objetos de estudio un tanto cómicos, aunque están insertos en una red de imágenes trágicas.

helicópteros

de luis astorga, seguridad, traficantes y militares, el poder y la sombra:

cuando cayeron dos helicópteros de la pgr que realizaban acciones antidroga –fumigación de plantíos ilícitos e inspecciones de reconocimiento– cerca de xitopontla, municipio de ahucotzingo, en el estado de guerrero, "fuentes oficiales" señalaron inmediatamente que las naves habían sido derribadas por disparos de ak-47, y que los culpables podrían ser traficantes. una fuente no identificada de la pgr mencionó que se desconocían las causas del accidente. el titular de la feads, mario estuardo bermúdez, indicó que los culpables no habían sido identificados todavía. habló de algunas de las trampas puestas por traficantes, como el tendido de cables para impedir la fumigación de plantíos.

en 2001, helicópteros de la pgr fueron recibidos a balazos en 16 ocasiones; y en otras cuatro tuvieron dificultades al enredarse con los cables. un año después fueron siete y cuatro respectivamente. el estado de guerrero ocupaba el primer lugar en agresiones armadas a esas naves. también en oaxaca, nayarit y sinaloa se habían producido ataques similares en otras ocasiones; sin embargo, de 1997 a 2003 acciones de ese tipo se habían reducido de 30 a 13 por año, en promedio, y desde 1991 ningún tripulante había muerto debido al desplome de las naves. en el caso de los dos helicópteros desplomados en xitopontla, personal de la sedena, de la afi y de la policía estatal se dirigió al lugar para el trabajo de rescate. cinco personas murieron. se dijo que en la zona operaban también grupos guerrilleros del ejército popular revolucionario (epr) y del erpi.

el secretario de gobierno de guerrero, marcelino miranda, dijo que las autoridades del estado esperarían hasta que terminara el peritaje. no hizo referencia al señalamiento de la pgr según el cual las naves habían sido derribadas a balazos por presuntos traficantes. el procurador de justicia de la misma entidad, jesús ramírez guerrero, mostró estar desinformado o hizo creer que lo estaba. el director del servicio médico forense de guerrero, edgar lemus delgado, no observó ninguna huella de impacto de bala en los cuerpos de las personas fallecidas por el incidente. los campesinos de la región dijeron estar preocupados por la presencia de cientos de militares. temían atropellos y violación de los derechos humanos en la búsqueda de los culpables.

el comisario municipal de xitopontla, casimiro benito, el de el carrizo, miguel angel de los santos, y antonio tejeda paredes, secretario municipal de ahuacotzingo, coincidieron en señalar que los helicópteros no habían sido derribados a balazos, sino que habían chocado, según la gente que xitopontla. personas de este poblado dijeron no haber escuchado balazos y mencionaron que uno de los helicópteros había estallado en el aire y el otro se había desplomado. los investigadores de la procuraduría de justicia de guerrero tampoco encontraron evidencia de disparos en las naves caídas. señalaron que los helicópteros tenían adherencias mutuas del mismo tipo de pintura, lo cual hacía suponer que habían chocado.

la procuraduría estatal turnó el caso a la pgr. esta institución modificó su versión posteriormente y, al contrario de lo afirmado por el titular de la feads, bermúdez, según el cual los helicópteros habían sido derribados por traficantes con armas de grueso calibre, el subprocurador "a" de procedimientos, gilberto herrera bernal, señaló que aún no era posible asegurar que esa había sido la causa de la caída de las naves, sino sólo una de las hipótesis más importantes.

mencionó que habría que determinar si los causantes del desplome de los helicópteros eran traficantes o guerrilleros. no descartó la hipótesis de una acción conjunta de esos dos grupos. no hizo referencia a la versión del choque.

abel barrera hernández, presidente del centro de derechos humanos de la montaña tlachinollan, habló del testimonio de dos niños pastores que cuidaban borregos cerca de xitopontla y vieron cuando los dos helicópteros chocaron en el aire. barrera no dio a conocer la identidad de los menores, pero indicó que estarían en posibilidad de declarar ante una autoridad civil. señaló también que ejidatarios de el carrizo le habían comentado que habían sido interrogados por militares. les preguntaron sus nombres y los de quienes trabajaban las parcelas. barrera les aconsejó que declararan sólo ante la autoridad civil.

fábula

de walter benjamin,  franz kafka, en el décimo aniversario de su muerte:

en un poblado jasídico, según se cuenta, una noche, al final del sabat, los judíos estaban sentados en una mísera casa. eran todos del lugar, salvo uno, a quien nadie conocía, hombre particularmente mísero, harapiento, que permanecía acuclillado en un ángulo oscuro. la conversación había tratado sobre los más diversos temas. de pronto alguien planteó la pregunta sobre cuál sería el deseo que cada uno habría formulado si hubiese podido satisfacerlo. uno quería dinero, el otro un yerno, el tercero un nuevo banco de carpintero, y así a lo largo del círculo. después de que todos hubieron hablado, quedaba el mendigo en su rincón oscuro. de maña gana y vacilando respondía a la pregunta: "quisiera ser un rey poderoso y reinar en un vasto país, y hallarme una noche durmiendo en mi palacio y que desde las fronteras irrumpiese el enemigo y que antes del amanecer los caballeros estuvieran frente a mi castillo y que no hubiera resistencia y que yo, despertado por el terror, sin tiempo siquiera para vestirme, hubiese tenido que emprender la fuga en camisa y que, perseguido por montes y valles, por bosques y colinas, sin dormir ni descansar, hubiera llegado sano y salvo hasta este rincón. eso querría". los otros se miraron desconcertados. "¿y qué hubieras ganado con ese deseo?" preguntó uno. "una camisa", fue la respuesta.

miércoles, 26 de octubre de 2011

y decidí despedirme de lo muerto

en ninguna parte

de louis-rené de forêts, paso a paso hasta el último:

el deseo de ver con claridad obstaculizado por el anhelo de evitar el espectáculo de lo peor. movimiento instintivo de defensa contra lo innombrable, pero que tiene sus límites, ya que la voluntad de no esconderse nada prevalece finalmente sobre la repugnancia y el espanto que suscita la parte monstruosa de la humanidad, es decir, más allá de lo que se piense, aquella que está más o menos latente y en grados diversos en todos y cada uno. de modo que se la denuncia en el otro con conocimiento de causa, aunque sin dejar de experimentar, por un efecto de pertenencia a la especie, una vergüenza personal, un difuso sentimiento de culpa –como si uno sólo le debiese a las circunstancias no haberse internado en el camino de la infamia, condenada a posteriori por la colectividad entera, ciertamente más preocupada por borrar la mancha que por asumirla levantando una acusación contra sí misma, que está lejos de sentirse inocente, aunque no hasta el punto de admitirlo abiertamente y proclamar su culpabilidad.

a la abominación del hecho perpetrado viene así a añadirse el mutismo, forma hipócrita de la denegación o de una no menos abyecta y fingida neutralidad cercana a la indiferencia

                                                                      ***

¿tiene sentido hablar de la proximidad de la muerte? no está ahí donde se cree oírla rondando alrededor de uno, ni más lejos de adonde uno pospone dirigirse: su gran fuerza consiste en no estar en ninguna parte, excepto en la cabeza de aquellos a quienes obsesiona y que no la verán nunca – aunque desde siempre sea representada gráficamente mediante un esqueleto armado de una hoz, figura simbólica, ciertamente ingenua, destinada a afectar la imaginación, pero que no muestra nada de su naturaleza secreta, de su invisible ubicuidad–, lo que podría traducirse más exactamente mediante esta formulación: la muerte no está en ninguna parte, está en todas partes.

                                                                     ***

alegoría

 de sergio gonzález rodríguez, el hombre sin cabeza:

mi hermano, el que vivía en la nostalgia por el deslumbramiento de la muerte y lo que fue su propia vida, se llegó a identificar con el protagonista de una película que reproducía de algún modo el trance que había vivido. un estudiante de medicina y sus compañeros realizan experimentos en un laboratorio universitario, obsedidos por el momento de la muerte. hacen detener su corazón y lo reaniman. el suspenso que se abre mientras están muertos desata visiones personales del pasado que comienzan a cercar a su vida una vez que son reanimados. ahora recuerdo sólo algunas partes de la película y su aventura, relámpago de un sueño distante, que tenía un sesgo obvio de advertencia, algo sobre la imposibilidad de atisbar lo incognoscible, o sobre la venganza de una alteridad radical.

quizás planteba las limitaciones de la ciencia. no me entusiasmó ni la película ni la historia. mi hermano la veía con otros ojos. una mirada oblicua y fatal que se retiraba poco a poco de su familia, su trabajo, su mundo, sus trayectos, su memoria. la agonía lenta del que sabe que sus días están contados. no era un retiro obligado por su padecimiento cardiaco, era una entrega deliberada a la muerte.

¿qué vislumbró en aquel umbral, quién lo llamó? la alegría de un bienestar futuro que probaba a cuenta gotas, algo que estábamos lejos de comprender y trataba de disimular ante nosotros, ante sus amigos, en su oficina. una vez, al acomodar su ropa para enviarla a lavar, su esposa descubrió en un pliegue oculto de una chaqueta un anudamiento de hilos rojos bien trenzados en un alfiler. el objeto era una suerte de amuleto. el color rojo de los hilos llevaba a suponer que era un embrujo amoroso. mi hermana lo examinó: era un objeto extraño, tenía un sesgo ominoso, en su interior parecía latir algo pequeño de pronto duro, de pronto blando, o viscoso, desagradable en todo caso. no lograron saber quién lo había ocultado en la prenda. lo arrojaron a una atarjea en un crecero cercano a un cementerio.

ignoro por qué hicieron aquel acto y no otro para deshacerse del amuleto, o maleficio. desde el punto de vista de la magia, el cruce de líneas, objetos o caminos implica conjunciones o comunicaciones. una zona que permite un cambio trascendental de rumbo. se acude a un cruce si se desea cambiar o invertir algo. juan eduardo cirlot explica: "por ello, la superstición indica utilizar el cruce de dedos, o de objetos. en las danzas tradicionales se cruzan espadas y barrotes para provocar el cambio (curación), es decir, para modificar el curso del proceso sin que éste llegue a su final ordinario".

creer o no creer resulta vano, la disyuntiva profunda es experimentar o no experimentar, y verse a sí mismo al hacerlo. muchos eligen la primera vía. recordemos: la magia, una mentira verdadera. el arte: magia liberada de la mentira de ser verdad.

lunes, 24 de octubre de 2011

entretenimiento. enajenación. violencia. entrenamiento.




















"nuestro señor el desollado"


canto a xippe tótec yohuallahuana

la noche se embriaga aquí.
¿por qué te hacías desdeñoso?
¡inmólate ya, ropaje de oro revístete!
mi dios lleva a cuestas esmeraldas de agua:
por medio del acueducto es su descenso.
sabino de plumas de quetzal,
verde serpiente de turquesas
me ha hecho mercedes.

–que yo me deleite, que yo no perezca:
yo soy la mata tierna del maíz:
¡una esmeralda es mi corazón: veré el oro del agua!
mi vida se refrescará:
el hombre primerizo se robustece:
¡nació el que manda en la guerra!

mi dios mazorca, con la cara en alto
sin motivo se azora.
yo soy la mata tierna del maíz:
desde tus montañas te vengo a ver, yo tu dios.
mi vida se refrescará:
el hombre primerizo se robustece:
¡nació el que manda en la guerra!

miércoles, 19 de octubre de 2011

el cuerpo y la cabeza

 de sergio gonzález rodríguez, el hombre sin cabeza:

un hombre que perdió la razón durante un tiempo me cuenta:

estaba dividido. mi cuerpo iba por un lado y mi cabeza por otro. a la vez mi cabeza se sentía unida a mi cuerpo sin estar ambos de acuerdo. pensaba una cosa y mi cuerpo hacía un acto diferente. vivía desmemoriado en un mundo sin nombres cuyo paisaje, construcciones, objetos, utensilios, personas, transcurrían a mi lado y yo estaba ajeno, un continuo a-través-de-ellos. nunca dentro de ellos: nada más los atravesaba. me ponía en un punto cotidiano en el que parecía que pudiera volver a una realidad previa en la que todo pudiera volver a una realidad previa en la que todo volvería a ser como antes, un pasado que ni siquiera acertaba a definir, sólo a evocar, algo ajeno y perdido y al fin, si no inexistente para mí, sí al menos paralelo ya. algo inferior o alterno a soñar, por ejemplo. un rostro con el que me encontraba una mañana se mostraba efusivo, me saludaba y me llamaba con un nombre o apelativo que se resbalaba de mi cabeza, demasiado ocupada con ideas y proyectos minuciosos que ahora se han desvanecido pero que, lo sé, no han muerto y quizás vuelvan en breve. no me preocupa que lo hagan, me sentiría raro de nuevo, pero me acostumbraría.

al hablarme alguien siempre incierto, siempre familiar, intentaba concentrarme en lo mío, y el rostro me miraba extrañado y terminaba por hacer un gesto que creo que era hostil: una piedad apasionada que me ofendía. quería irme y mi cuerpo se paralizaba. ya dije que mi cabeza y mi cuerpo, me da risa, hacían lo que quería cada uno por su lado. al principio me desconcertaba mucho. cuando me adapté, mi tiempo transcurría en una lentitud apacible y todo alrededor se movía más rápido. quería hablar como siempre, es decir, no sé si me expliqué, siempre era un término que carecía de significación para mí, sólo me refería a un espacio aparte en el que no tenía cabida ya, y del que me quedaba una huella indecisa. apenas podía emitir un balbuceo. no, no era un balbuceo, era la repetición de un sonido. una especie de puaj, si asumo que puaj no era un nudo, ni un bloqueo simple y momentáneo. algo como cortado. el tartamudo le llamo ahora al que fui, por bau, bautizarlo así, tiene otros nombres también, luego contaré de ellos y puedo volver a ser un día.

insistía en hablar y una sílaba se estacionaba, terca, traviesa, ¿eh?, entre la lengua y los labios. puaj. primero pensé que era la saliva que, por lúbrico –me gusta desear muchas cosas– se obstinaba en bloquear mi propósito de emitir algo articulado, que ignoro qué era.

pienso ahora que debió ser un diálogo con mi cuerpo, no estoy seguro, quizás un reclamo, o o algo menor, un un ruego: no quería incomodarlo, a mi cuerpo, digo. se enojaba...   más tarde llegué a la conclusión que había una pared que impedía que alguna palabra cobrara vida. un muro invisible, o delgadito. un límite frío, más aún, helado, que me impedía hablar. y rugoso: mi lengua lo sentía. no supe ni he sabido quién lo puso. tampoco deseo saberlo. me consta que allí estaba. ¿un demonio? me rehúso a considerarlo. no quiero ni pensarlo. no me interesa ni me gusta el demonio. mi cabeza y mi cuerpo ya están juntos y hacen lo mismo una y otro. ya mis piernas no se desplazan ajenas o se ponen a temblar, ni me duelen ni se cansan por su propia voluntad. mi cabeza no ha dejado de sentirse hostigada por las voces y las caras de la gente. estoy bien. trato de ganarme la vida en una oficina. sólo quedan los cuatro o cinco a los que a veces veo juntos bajo un árbol en el sendero central de una avenida cerca de mi casa. van vestidos con abrigos de colores sobrios. van o vienen de una boda, o de un funeral. cuchichean entre ellos sobre mí. ya me di cuenta. no duermen por esperarme, se les nota el desaliño. basta que nos los voltee a ver para que no me molesten.

no me gusta mi cabeza con ellos ni tampoco perder la cabeza. comienza con un mareo, un vértigo, el mundo se invierte. se pervierte. nadie te oye. ni tú mismo. nadie. afuera todo se mueve rápido. muy rápido. demasiado.

del miedo

de sergio gonzález rodríguez, el hombre sin cabeza:

¿ante qué se tiene miedo?, me pregunto. en general, ante siete focos al menos: 1) la violencia (bélica, comunitaria, intrafamiliar, de género, étnico-racial, de jerarquía social, policiaca, militar, terrorista, etcétera); 2) la crisis económica (fin de la confianza en el trabajo, la industria, la empresa y el cuerpo asalariado, en el ahorro y la ganancia); 3) el fracaso o decadencia de las ideologías políticas y su redentorismo aquí y ahora, incluso sus derivaciones, como los sindicatos o gremios, el credo populista; 4) la alternidad extrema respecto de lo normativo (migrantes, desposeídos, delincuentes, marginados, prostitutas, travestis, transexuales, sectarios, jóvenes, toxicómanos, presos, alienados, creencias distintas a las comunes, etcétera); 5) la salud física y moral en riesgo (pandemias, o bien, desde el punto de vista de la sanidad intangible, los valores, prestigios, gustos, sensibilidades, usos y costumbres que contradicen lo tradicional o consabido); 6) la invisibilidad del poder (capital, instituciones políticas, partidos, jueces, crimen organizado, narcotráfico, guerrillas, medios masivos de comunicación, etcétera); 7) presencias irreales, sobrenaturales, fantasmagóricas, fantásticas.

el miedo es parálisis o comportamiento autocomplaciente, y los subrelatos del miedo son excrecencias y recursos que impiden o quieren impedir la ruptura de un tejido de significaciones saturado de espanto. el deterioro frente al espejo propio. así, el miedo se vuelve un conductor y gestor del caos, cuyos signos palmarios son la desinstitucionalización (por ejemplo, las corruptelas y la indiferencia, la pérdida de credibilidad y la anarquía), y la proliferación de identidades ciudadanas y cuerpos superexplotados. el vértigo incesante como instrumento político. el hechizo y pánico ante el abismo.

lunes, 17 de octubre de 2011

Z


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Coahuila, carretera Saltillo - Torreón.

víspera de otoño

de sergio gonzález rodríguez, el hombre sin cabeza:

como ha escrito georges didi-huberman en su polémica contra las posturas de ocultamiento de las imágenes de exterminio de auschwitz, debemos aprender a dominar el dispositivo de las imágenes para saber qué hacer con nuestro saber y nuestra memoria. aprender a manejar el escudo: la imagen escudo. y reitera que debemos, como lo hizo gilles deleuze ante el dicterio de callar de t. w. adorno, asumir este pensamiento de franz kafka: la vergüenza de ser un hombre, ¿acaso existe mejor razón para escribir?

contra la ideología de lo "indecible", "lo inenarrable", lo "incomprensible", en otras palabras, el imperio de lo arcano, se requiere exponer e imaginar la barbarie para contrarrestarla. "ante cada imagen tenemos que escoger cómo queremos que participe, o no, en nuestros envites de conocimiento  y de acción. podremos aceptar o rechazar tal o cual imagen, tomarla como objeto de consolación o, al contrario, como respuesta tópica".

en la pantalla esférica e interconectada del mundo contemporáneo y su flujo sin fin, se convoca a tal tipo de recepción tópica que trivializa no sólo lo complejo de cada imagen, sino que quiere validar el sistema, el ambiente tecnológico y la arquitectura que la han hecho posible. hay que imaginar este horror también.

en la víspera del otoño y el festejo del día de la independencia en méxico, que se celebra el quince de septiembre, se halló a veinticuatro personas ejecutadas en la cercanía de la capital. estaban amordazadas y atadas de pies y manos, éstas hacia el frente, en gesto de rezo. las autoridades declararon que se trataba de gente vinculada al crimen organizado. las familias de algunas de las víctimas se opusieron: eran trabajadores de temporal provenientes del sur del país.

la noche del quince, en la ciudad de morelia, se consumó un atentado terrorista contra la multitud reunida en la plaza central durante aquel acto. en la explosión de dos granadas ocho personas murieron y cerca de cien quedaron heridas. la policía local entró sin cuidado alguno y destruyó las evidencias del crimen. días más tarde se detuvo a tres sujetos como presuntos culpables del atentado. eran miembros de los zetas, se dijo, pero la confesión de los inculpados se obtuvo mediante torturas. morelia es la ciudad natal del persidente de la república: el mensaje fue obvio.

en breve se hallarían avisos en las avenidas de distintas ciudades en los que el cartel del golfo se deslindaba del atentado, lo condenaba y ofrecía cinco millones de dólares "o su equivalente en euros", a quien proporcionara datos para localizar a los jefes de un grupo rival, la familia, al que inculpa de los hechos. la desinformación y la contrainformación son parte de la atmósfera de miedo y confusiones.

viernes, 14 de octubre de 2011

este méxico triste

de juan bautista villaseca, este méxico triste:

diurno para un soneto a méxico

este méxico triste que me duele
en su alegría y en su desventura,
este nopal oscuro que verdura
y hace pájaro al sol para que vuele.

esta mi patria mía a que me impele
el ombligo, el maíz, y la tortura;
este verme en un mapa que fulgura
rico y pobre en la vela que me vele.

este méxico triste de su suegra,
páramo y tornasol en mesa abierta,
se hace el árbol amargo que me alegra.

méxico mío, águila que advierte
la puerta siempre de la siempre puerta,
no me dejes afuera de mi muerte.

eros & thánatos

"Puedo decirme que la repugnancia, el horror, es el principio de mi deseo"

quaesivit: ¿ubi sunt umbrae?

de pascal quignard, las sombras errantes:

una mano terrible ha intervenido bruscamente en la tierra: la del intercambio único, sin otro fin que su botín, sin otro medio que la propia presión que ejerce, sin otro ritmo que la monotonía de su crecimiento. esta mano ha impuesto su concordia: es la de una indulgencia despótica. tiene el sonido verde y nuevo de un dólar que cruje — y cuyo rechinamiento trata de dominar la voz de las lenguas. por primera vez los comerciantes se dirigen a la totalidad del mercado al que han logrado darle forma. esta última invasión los excita pero también los limita por la unidad a la que los somete. su interés consiste en vender, a todos, al mejor precio, lo que se fabrica, es decir al género humano. fomentan revoluciones en los últimos imperios con el fin de traspasar las fronteras. se apoyan en el terror para vender la paz. en un instante dominan el deseo de la especie con un objeto único cuya vida, raramente, sobrepasa al día de su adquisición. este objeto es tan frágil que casi es una imagen de sí mismo. es, por ejemplo, un cáliz tomado cerca de soissons, cubierto de oro, y que se rompe. pobre de aquel que ha conocido lo invisible y las letras, las sombras de los antiguos, el silencio, la vida secreta, el reino inútil de las artes inútiles, la individualidad y el amor, el tiempo y los placeres, la naturaleza y la alegría, que no son nada que pueda intercambiarse y que constituyen la parte oscura de la mercancía.

cada obra de arte puede definirse de esta manera: lo que electrocuta esta luz. cada frase, en el instante en que es escrita puede definirse de esta manera: lo que hace estallar la pantalla donde se muestra el rostro, cada vez más indefinido, de una clase única de vivíparos fascinados. el destino de aquellos que utilizan el lenguaje no ha sido siempre la hipnosis.

                                                                                ***

quaesivit: ¿ubi sunt umbrae?

cuando descendía a los infiernos, el último rey de los romanos preguntaba a los infiernos:
— ¿dónde está el infierno? ¿y dónde las sombras? ¿dónde las orillas que bordeaban el río aqueronte y el agua tan débil? ¿dónde los campos elíseos y las grutas de cumes, el erebo y las almas blanquecinas de los muertos? ¿los mantos llenos de sangre escurriendo, las antorchas y las tres erinias? ¿la barca azul de caronte? ¿dónde está la muerte?

                                                                               ***
es la segunda vez que la humanidad se acerca a la unidad. el fondo de horror del cual ella se perfila, lo ha inventado paso a paso. no hay manera de discernir entre guerra mundial y guerra civil desde el momento en que ya no hay más que un solo mundo. la segunda guerra mundial en el corazón del siglo pasado disolvió para siempre la idea de humanidad en la humanidad. el futuro concierne ahora a la corteza terrestre y a la vida que la había recubierto desde el fondo de los mares hasta lo alto de las montañas. el pasado, las tumbas, la memoria, las historias, las lenguas antiguas, los libros que fueron escritos en otros tiempos, las tradiciones religiosas, políticas, artísticas, individuales que fueron olvidadas, arrancadas del ritmo legendario que las había creado unas tras otras, están para siempre desvinculadas de la realidad. a las lenguas que ya no tienen bocas para decirlas, se les llaman muertas. y sin embargo son tesoros de alegría que se acumulan. al acumularse, esta alegría se concentra. el sig- nificado, la sorpresa no han huido todavía. el futuro que viene no debe llegar, pero sí sorprender. la sombra ha sido sepultada. “¿dónde están las sombras si yo ya no estoy?”, se interrogaba el último rey del mundo antiguo cuando dejó el castillo de alabastro que dominaba el río aisne. son las sombras que hay que oponer a las imágenes.

miércoles, 12 de octubre de 2011

crátes


compulsión

de cuauhtémoc medina, espectralidad materialista: 

la muerte, viscosa y espectacular, que inunda calles y campos, es una figura del desempleo. la
única diferencia es que los despidos se efectúan con el gesto tajante de un machetazo.

a cien años de haberse impuesto el criterio del prohibicionismo americano bajo el pretexto puritano
de que las “drogas pueden destruir el alma”, lo que richard nixon bautizó como “la guerra contra
las drogas” ha demostrado ser la campaña más inútil de la historia. su saldo efectivo es haber hecho
crecer, en torno a la prohibición, un mercado cada vez más extendido, con “sustancias prohibidas”
cada vez más baratas, y, eso sí, una interminable montaña de muertos. ni siquiera es que la
violencia se concentre en el sur: algunos cálculos sitúan en cosa de 10.000 homicidios lo que el
crimen asociado al mercado ilegal produce en los estados unidos. que los principales focos de la
violencia del narco, estados unidos, colombia y méxico, aparezcan como los principales defensores
de la ortodoxia del prohibicionismo en los foros internacionales frente a los gobiernos occidentales
que se inclinan cada vez más por la herejía de ejercer una política de “manejo de daños” en lugar de la mera represión, es una de las mejores ilustraciones de cómo las ideologías se articulan en
torno a la compulsión a la repetición.

como ha señalado con toda precisión luis astorga, este perseverar en “continuar una política de fracasos con efectos multiplicadores e insistir en ella” expresa la tautología constitutiva de la guerra de las drogas: “el fin mismo de llamada guerra parece ser el mantenerla”. 

la “guerra contra las drogas” tanto como la “guerra contra el terror(ismo)”, la contención de los inmigrantes, el manejo de las pandemias, e incluso la batalla contra el calentamiento global, son modelos de la “guerra perpetua”. en lugar de una dinámica donde los estados situaban su fundación en una violencia originaria, transitamos hacia una administración que asegura la inmortalidad del capitalismo y la democracia con “guerras” sin tregua ni victoria.

el escándalo del cuerpo social, no debe permitirnos contemplar el caudal de violencia bajo la asepsia del distanciamiento. es más apropiado ahondar en el shock, mancharnos del dolor, aspirar sin saber cómo fundar una política del malestar, porque de otro modo corremos el riesgo de disponernos a la interpelación de un nuevo orden fundado en el miedo y la cruzada infinita.

martes, 11 de octubre de 2011

walter benjamin, para una crítica de la violencia I

de walter benjamin, para una crítica de la violencia:

la tarea de una crítica de la violencia puede definirse como la exposición de su relación con el derecho y con la justicia. porque una causa eficiente se convierte en violencia, en el sentido exacto de la palabra, sólo cuando incide sobre relaciones morales. la esfera de tales relaciones es definida por los conceptos de derecho y justicia. sobre todo en lo que respecta al primero de estos dos conceptos, es evidente que la relación fundamental y más elemental de todo ordenamiento jurídico es la de fin y medio; y que la violencia, para comenzar, sólo puede ser buscada en el reino de los medios y no en el de los fines. estas comprobaciones nos dan ya, para la crítica de la violencia, algo más, e incluso diverso, que lo que acaso nos parece. puesto que si la violencia es un medio, podría parecer que el criterio para su crítica está ya dado, sin más. esto se plantea en la pregunta acerca de si la violencia, en cada caso específico, constituye un medio para fines justos o injustos.

en un sistema de fines justos, las bases para su crítica estarían ya dadas implícitamente. pero las cosas no son así. pues lo que este sistema nos daría, si se hallara más allá de toda duda, no es un criterio de la violencia misma como principio, sino un criterio respecto a los casos de su aplicación. permanecería sin respuesta el problema de si la violencia en general, como principio, es moral, aun cuando sea un medio para fines justos. pero para decidir respecto a este problema se necesita un criterio más pertinente, una distinción en la esfera misma de los medios, sin tener en cuenta los fines a los que éstos sirven. la exclusión preliminar de este más exacto planteo crítico caracteriza a una gran corriente de la filosofía del derecho, de la cual el rasgo más destacado quizás es el derecho natural. en el empleo de medios violentos para lograr fines justos el derecho natural ve tan escasamente un problema, como el hombre en el "derecho" a dirigir su propio cuerpo hacia la meta hacia la cual marcha. Según la concep- ción jusnaturalista (que sirvió de base ideológica para el terrorismo de la Revolución Francesa) la vio- lencia es un producto natural, por así decir una materia prima, cuyo empleo no plantea problemas, con tal de que no se abuse poniendo la violencia al servicio de fines injustos.

si en la teoría jusnaturalista del estado las personas se despojan de toda su autoridad en favor del estado, ello ocurre sobre la base del supuesto (explícitamente enunciado por Spinoza en su tratado teológico-político) de que el individuo como tal, y antes de la conclusión de este contrato racional, ejercite también de jure todo poder que inviste de facto. quizás estas concepciones han sido vueltas a estimular a continuación por la biología darwinista, que considera en forma del todo dogmática, junto con la selección natural, sólo a la violencia como medio originario y único adecuado a todos los fines vitales de la naturaleza. la filosofía popular darwinista ha demostrado a menudo lo fácil que resulta pasar de este dogma de la historia natural al dogma aún más grosero de la filosofía del derecho, para la cual aquella violencia que se adecua casi exclusivamente a los fines naturales sería por ello mismo también jurídicamente legítima. A esta tesis jusnaturalista de la violencia como dato natural se opone diametralmente la del derecho positivo, que considera al poder en su transformación histórica.

así como el derecho natural puede juzgar todo derecho existente sólo mediante la crítica de sus fines, de igual modo el derecho positivo puede juzgar todo derecho en transformación sólo mediante la crítica de sus medios. si la justicia es el criterio de los fines, la legalidad es el criterio de los medios. pero si se prescinde de esta oposición, las dos escuelas se encuentran en el común dogma fundamental: los fines justos pueden ser alcanzados por medios legítimos, los medios legítimos pueden ser empleados al servicio de fines justos. el derecho natural tiende a "justificar" los medios legítimos con la justicia de los fines, el derecho positivo a "garantizar" la justicia de los fines con la legitimidad de los medios. La antinomia resultaría insoluble si se demostrase que el común supuesto dogmático es falso y que los medios legítimos, por una parte, y los fines justos, por la otra, se hallan entre sí en términos de contradicción irreductibles. pero no se podrá llegar nunca a esta comprensión mientras no se abandone el círculo y no se establezcan criterios recíprocos independientes para fines justos y para medios legítimos.

AMERICAN BANK NOTE COMPANY

domingo, 9 de octubre de 2011

el furor melancólico

de roger bartra, territorios del terror y la otredad:

quiero presentar un caso que de manera ejemplar muestra la gran plasticidad y la fuerza de absorbencia que caracterizan al tema de la melancolía. la locura de un teniente de milicias en campeche a fines del siglo XVIII refleja ya los destellos ilustrados que alentaban los sentimientos que más tarde guían la lucha por la independencia de méxico.

en abril de 1795 llega una carta anónima a la inquisición que denuncia al teniente josé maría calderón, destacado en el pueblo de hecelchakán, por declarar que los evangelios son una mentira, que la religión es pura hojarasca, que el infierno no es eterno sino temporal y que no hay cosa más perdida que la inquisición. el santo oficio envía a un fraile y juez eclesiástico a hecelchakán para interrogar a diversos testigos, quienes confirman y amplían la acusación anónima. en consecuencia, se inicia un proceso por herejía contra el teniente calderón, que queda detenido en su casa. el acusado escribe una curiosa carta en su defensa, donde atribuye su herejía a la enfermedad. en un lenguaje no mucho más confuso que el de los cirujanos, explica en términos médicos que el fuego de los ácidos estomacales ha cocido los alimentos, y que esta cocción al pasar a los vasos ha avinagrado su sangre: "estando la sangre en esta última situación es excusado manifestar los males de irritación que pueden padecer, pues, los sabios o los más ignorantes". más adela explica que padece un dolor  "que llaman gálico o reuma", lo cual es una referencia a la sífilis y al corrimiento o fluxión de humores que se acumulan en alguna parte del cuerpo.

en una de sus declaraciones el teniente, que es soltero, ha dicho que "la fornicación no era pecado, pues el fornicar es cosa natural". por su parte, el santo oficio lo acusa de haber llevado una vida muy relajada en cuanto al apetito sensual" y es tachado de "lascivo". seguramente el teniente sufre del morbo gálico, pero en el juicio lo acusan de otro terrible mal francés: " (...) que ha aplaudido y alabado la libertad de conciencia diciendo que dentro de breve tiempo se ha de convertir el reino en república por los franceses", "que sobre no haber cumplido con los preceptos de ayuno y abstinencia de carne, ha dicho también que el confesar, oír misa y besar la mano a los sacerdotes eran ojarascas de la religión y que estas con el tiempo se quitarían respecto a que vendríamos a seguir la doctrina de los franceses", que también ha dicho que la religión a la que nos deberíamos ceñir era la de lutero por ser la más acomodada, pero que lo más acertado era seguir a voltaire", y "que hablando (...) de las revoluciones de francia ha dicho que no hay cosa que se iguale a la república". además se le acusa de haber sostenido "que el señor san josé tuvo buen gusto en haber gozado de maría santísima, porque había sido buen fornicador", que "decir que maría nuestra santísima había parido y quedado y quedado doncella era bobería", que "todas las cosas creadas sólo la naturaleza las había creado", que la religión "solamente era necesaria para sujetar a los ignorantes", que no se confesaba porque "los sacerdotes no tenían facultad para absolver pecados".

son llamados tres cirujanos del ejército a examinar al teniente, pues se sospecha que está loco. el primero diagnostica melancolía: "no se oculta a ningún médico docto que tiene en la sangre, en ese achaque, una más o menos intensa diátesis atrabiliaria y que en el meditulio o sensorio común hay una mutación morbosa en pocas o muchas de sus fibras medulares...  esto todo se ejecuta maquinalmente sin que nada tenga influjo en el imperio de la voluntad". el segundo cirujano duda mucho, afirma que no encuentra en este individuo ningún aparato decisivo de manía o locura existente ni inmediata", pero termina diciendo que sufre de melancolía. el tercer cirujano afirma que padece "de opresión o congoja en la parte izquierda del corazón, oriunda de haber sido insultado o poseído del humor melancólico".

los dictámenes generan cierta confusión en los jueces, que sospechan fingimiento, pero al cabo de tres años deciden enviar al reo a la inquisición de la ciudad de méxico. allí, en abril de de 1788, el médico del santo oficio dictamina que "está demente (...) aunque no se le nota alguna manía o furor, pero sí un delirio melancólico, según lo demuestran la mucha taciturnidad, el color obscuro de su rostro, la opacidad y tristeza de sus ojos". en consecuencia, fue llevado al hospital de san hipólito, donde permaneció hasta el 14 de enero de 1801, día en que falleció en pleno delirio.

antes de morir, consta que "logró un intervalo, de modo que le duró el tiempo que necesitó para confesarse, lo que pidió y ejecutó, haciendo acto de contrición de fe y lo demás que debe hacer un católico cristiano, y a poco rato se le volvió a conocer el delirio con la idea de que le habían dado veneno". debe haber estado muy mal de la cabeza para terminar renegando de las locuras ilustradas francesas que tanto le habían entusiasmado.

                                                 ***

el padecimiento de la locura melancólica nos lleva a una dimensión porosa, maleable y polisémica: un espacio que se expande con desmesura y que traslapa otros territorios. por ello, muchos de los problemas típicos de la modernidad se vinculan con la melancolía: el despotismo ilustrado, el misticismo, la soledad, las creencias heréticas, el crimen, la vejez, los límites de la razón ilustrada... (...) nos percatamos de que las aristas de los tiempos modernos son filosas y provocan graves heridas, y que el progreso –si es que así se puede llamar la marcha histórica hacia el fin del periodo colonial– va acompañado de inmensos sufrimientos. y posiblemente las imágenes de la locura y de los desarreglos mentales son las que de manera más directa y dramática nos transmiten el dolor, pues a las dimensiones materiales del sufrimiento –miseria, hambre– se suman los dolores espirituales y emocionales llevados a sus extremos delirantes.

tráfico y política (s)

de luis astorga, seguridad, traficantes y militares, el poder y su sombra

desde hace algunos años ha surgido la preocupación de que los traficantes colaboren en el financiamiento de precampañas o campañas políticas. no es imposible. pedirían a cambio protección para seguir operando e impunidad, sin duda. ¿impedir las extradiciones? las resoluciones más recientes de la suprema corte de justicia de la nación para facilitar las extradiciones de traficantes a estados unidos serían ejemplos en contra de ese supuesto. hasta antes del gobierno de calderón, el único líder importante de una organización mexicana de traficantes extraditado había sido juan garcía ábrego. eso fue antes de esas resoluciones y la decisión fue más política que estrictamente jurídica. el caso no se había repetido con personajes de ese nivel jerárquico. el presidente calderón modificó la situación al aprobar la extradición del sucesor de garcía ábrego, osiel cárdenas; del güero palma y otros.

en el congreso, nadie ha propuesto algún proyecto que pudiera ser interpretado como la postura y las demandas de los traficantes en lo que se refiere a las extradiciones. por lo menos hasta hoy, los traficantes mexicanos no parecen estar muy inquietos ante la posibilidad de la extradición –en todo caso, no tanto como sus homólogos colombianos en la época de pablo escobar.

aunque se han producido casos preocupantes de asesinatos de jueces, abogados, periodistas y atentados con granadas en oficinas de policía y de periódicos, no se ha tratado de intentos explícitos y publicitados por impedir las extradiciones. además, hasta han tenido éxito algunos litigios, logrando que las decisiones de los jueces les sean favorables. las autoridades de la pgr se han inconformado y han criticado incluso a los jueces y a los abogados de los traficantes. de algunos de estos últimos han dicho que son los correos a través de los cuales los traficantes siguen dando órdenes desde la prisión a los miembros de su organización. pero no hay ley que les impida contratar abogados para su defensa. sería ingenuo pensar que en lugar de contratar buenos abogados penalistas se contentaran con los abogados de oficio. en la crítica de los funcionarios de la pgr se desliza el interés por reducir las opciones legales de los traficantes. tal vez piensan que es mejor que no tengan otra salida que el uso de la fuerza de las armas.

el dinero otorgado por el estado a los partidos para sus campañas alcanza ya sumas estratosféricas y el empleo del mismo parece cuestionable. para quienes lo reciben nunca será suficiente. en el sistema de partido de estado el sistema de los traficantes para campañas políticas no fue motivo de alarma; es más, ni siquiera fue un tema digno de atención. ¿por qué preocuparse si se podían utilizar los recursos públicos como patrimonio del partido en el poder? ¿algún traficante podría haber estado interesado en financiar la campaña de un candidato único o de un candidato simbólico de la competencia, cuando había? la supeditación al poder político hegemónico pasaba por la extorsión, por la "ordeña" de individuos o grupos de individuos con actividades legales o ilegales. ¿el partido de estado se iba a autoinvestigar para determinar el origen dudoso de algunos dineros que él mismo habría exigido? por supuesto que no. la preocupación surgió cuando empezó a haber competencia política real, posibilidades de elección de uno y otro entre varios candidatos.

se piensa en las experiencias de italia y colombia, con modalidades relacionadas con las historias particulares y los sistemas políticos de esos países. se presupone también que los traficantes mexicanos tendrían un interés nacional, evidente, en el financiamiento de campañas políticas; y que los partidos podrían dejar la puerta abierta o tener controles laxos para la entrada de dinero caliente, independientemente de la moral y la ideología. en ese caso, no sería raro que candidatos y partidos, cuestionados al respecto, optaran por la estrategia samper –y de una larga lista de políticos en el mundo– : negar estar enterados y sacrificar a subalternos. y con esas credenciales de ética política se dedicaran después a asustar ingenuos e ignorantes en otros países y a proponer asesorías...  ¡para impedir situaciones similares a las vividas y cínicamente aceptadas por ellos! por supuesto, a los traficantes nadie les preguntaría sus versiones. los funcionarios de la pgr las descalificarían sin más, excepto en los casos de testigos protegidos, por provenir de "criminales interesados en destruir las instituciones democráticas". y si los traficantes quisieran dar un golpe no letal pero con repercusiones políticas, entregarían casetes y videos a los medios de comunicación. tampoco sería improbable que la dea se encargara de hacerlo gracias al espionaje que practica, con o sin permiso del país anfitrión, si así conviniera a los intereses del gobierno estadounidense.

en colombia hubo un escándalo mayúsculo cuando la dea filtró a los medios los casetes que mostraban el ingreso de dinero de los traficantes de cali a la campaña política del candidato a la presidencia, ernesto samper. en méxico no ha habido un caso parecido, sólo las afirmaciones del académico estadounidense peter lupsha, a quien la dea le habría contado que en la campaña presidencial de ernesto zedillo también hubo dinero del mismo grupo colombiano. en este caso no hubo casetes. al parecer la información provino del ex contador de los caleños, el chileno guillermo pallomari, testigo protegido de los estadounidenses. si hubo pruebas, no fueron dadas a conocer a la opinión pública. después, han sido recurrentes los rumores y versiones acerca de este tipo de financiamiento en algunos estados del país con fuerte presencia de traficantes. pero los datos duros, las pruebas, nunca aparecen, o quienes las tienen prefieren callar por interés presonal, de grupo o partido, o por temor a las represalias. hay campo libre para los rumores, los ataques, las descalificaciones, las sospechas, la imaginación, los mitos, la literatura.

este tipo de financiamiento no es improbable, pero dada la reconfiguración del poder político en méxico y la menor concentración de poder en partidos y funcionarios, parecería ser más útil, menos costosa, más rentable como estrategia de los traficantes, la de invertir en instituciones operativas, como las policiacas y militares, y no en el terreno político. escenario previsible de una pluralidad política sin concensos básicos y de instituciones poco sólidas.

en el esquema anterior a las elecciones del año 2000, de concentración de poder, vertical, autoritario, los traficantes no podían escoger: se les imponían las reglas del juego desde el poder político. había imposición de un tributo y ninguna garantía para la protección, la duración de la misma, o las modificaciones del juego y sus reglas. lo saben los recluidos en prisiones de alta seguridad en la época de la hegemonía priista. el poder de los traficantes es inversamente proporcional al del poder político y a la fortaleza o debilidad de las instituciones en un estado determinado.

¿facilidades para invertir en la economía legal? de facto, los traficantes ya tienen inversiones en la economía legal, más visibles en ciertos sectores y regiones del país que en otros. los gobernadores saben –o deberían saber– cuales son estos sectores y quienes son los inversionistas. los empresarios legales en zonas de producción y tráfico también lo saben. ¿es creíble que el gobierno federal lo desconozca? algunos empresarios han comenzado a protestar porque no pueden competir con negocios cuya función es lavar ingresos ilícitos y no necesariamente la rentabilidad legítima. pero los que no protestan son mayoría: políticos, banqueros, asesores financieros, policías, notarios, abogados, arquitectos, contadores, vendedores de autos de lujo, aseguradores, joyeros, restauranteros, músicos, etcétera. el grado de protesta está en función de dos factores: el dinero y el nivel de vida, más que en los de la ley. no todos corren los mismos riesgos; y lo saben. no les asusta relacionarse con traficantes por asuntos que tienen que ver con su competencia profesional, aunque esos personajes estén en la lista de los clasificados como "criminales más buscados".

¿dejar hacer, dejar pasar, de los gobiernos? la estrategia más documentada es el soborno a miembros de las corporaciones policiacas en distintas partes del país, lugares de asentamiento de traficantes, de producción, tránsito y consumo creciente. el objetivo es la compra de protección y –si se puede–, y el poder político lo permite o es incapaz de impedirlo– el control de la corporación para emplearla contra la competencia y como fuerza mercenaria. de ahí que un gran número de policías y jefes policiacos hayan sido ejecutados por no cumplir acuerdos, por tratar de jugar en varios bandos simultaneamente o por traición. aunque también se han dado muchos casos de policías abatidos en el cumplimiento de su deber. ¿cuántos por una u otra causa? no se sabe. no hay investigaciones serias conocidas al respecto. parecería que la percepción más extendida en estos casos no tiene que ver con la aplicación de la ley.

sombra

de pascal quignard, las sombras errantes:

hay que renunciar a la idea de libertad para desobedecer una vez más. renunciar a la idea de la libertad de tal modo que podamos emanciparnos otra vez. detestar el ahora, lo que se adhiere en el ahora, lo que pretende mantener la realidad y la tensión de las fuerzas que las traba. hay que odiar lo que prohíbe todo acceso a lo imprevisible y a lo irreversible. amar lo irreversible. profundizar el margen entre el suceso y el lenguaje.

sombras

de pascal quignard, las sombras errantes:

el mundo en el que vivimos constituye una excepción en el curso de la historia. una excepción trágica lo ha desquiciado, y a esta excepción se ha agregado una mirada hacia atrás que también, a su vez, lo ha disgregado. dos abismos: 1. los campos de concentración alemanes desembocando en la bomba little boy, 2. el pasado en persona que surge por primera vez en la historia. durante el siglo XX, de golpe, el pasado humano se acrecentó de centenas de miles, miles de sociedades primitivas antes jamás estudiadas, de un antaño inmemorial y continuo, de una tierra entera in exhumada. los vestigios humanos, hasta ahora invisibles a la mirada del hombre, empezaron a pulular. eso en cuanto al vestigio humano.

en cuanto al perfil humano, la esclavitud, el cristianismo, las trincheras, el gas, los fascismos, las deportaciones masivas, las guerras mundializadas, las dictaduras comunistas, el imperialismo democrático por fin han arruinado los rasgos. ya no hay más humanidad alucinógena. lo que existe es una desorientación prodigiosa, irreversible, insensata, tempestuosa, terrible.

sitúo la mundialización de la guerra en la corteza terrestre en 1853. después del genocidio de los indios de américa y su “transportación” (“transportación” es una palabra inglesa en la cual los alemanes y turcos se inspiraron en los decenios siguientes), después del genocidio de los negros de áfrica, la segregación anunciada democráticamente y la esclavitud, los americanos dirigieron su mirada hacia el resto del mundo.
el comodoro matthew perry desencadenó las dos guerras mundiales durante el verano de 1853 en la bahía de edo. el duque japonés alertado por sus hombres observó con ansiedad los buques yanquis que echaban ancla en la ensenada y le envió este mensaje al oficial americano: “no queremos que penetre en nuestro territorio una humanidad diabólica. le pedimos por favor, regrese a su país y ahí permanezca bajo la protección venerable de sus muertos. ya que, en otro tiempo, conocimos a los cristianos y fue una mala experiencia.” en respuesta, el comodoro perry, en la proa de su buque, gritó por el altavoz de su nave al duque de edo: — o bien, usted abre sus fronteras al libre comercio. o bien, será por la fuerza que le impondremos el derecho. lo que el comodoro llamaba el libre comercio significa el comercio americano. el comercio de estados unidos está muy cercano a lo que los antiguos romanos llamaban la pax. nunca hemos sabido lo que querían decir estas palabras (libre, paz) ni en inglés ni en latín.

el comodoro estaba rodeado por sus buques y sus corbetas a vapor. hizo girar los cañones lentamente y los cargó. entonces, los marineros y pescadores amontonados en el muelle, que exclamaban de admiración por los cuatro buques extraordinarios que los amenazaban fueron tomados como blancos. los americanos dispararon. los japoneses cedieron. entonces el mundo occidental se dedicó a proteger la etnología. las investigaciones de campo se convirtieron en pretextos nobles para cercar los confines del mundo que todavía se oponían al uso de la moneda bancaria y para infectar de deseo la mirada de los hombres más pobres con la finalidad de hacerlos perderse en un espejismo.

hay un proverbio inuit que dice: “las dádivas hacen a los esclavos como los látigos a los perros”. los inuit emplearon este proverbio después que hubieron visto a los amerlaqaat descender del cielo e invadir el reino de thule, sin siquiera haberles declarado la guerra, llenándolos de pánico, mientras los veían edificar de modo inexplicable dos gigantescas bases militares en medio de sus iglús, en el centro de la aurora.

la belleza de un viejo proverbio no les sirvió de nada.
los inuit descubrieron cómo tres milenios se borran en diez años.
después descubrieron cómo el dinero es un amo más retorcido que un arma, porque tiene todo el tiempo de su parte para amenazar desde el fondo del alma con la ayuda de su deuda.

la cuestión política siempre es única. la cuestión política es prever el pasado que acecha. pero la cuestión nunca es ¿cuál es el futuro para nuestros hijos? la cuestión del terror inminente siempre es inminente. la cuestión de todos los tiempos siempre es ¿qué es lo que está a punto de regresar? si uso la palabra "siempre", toujours, es porque me propongo tratar sobre lo que es, a partir del desgarramiento del tiempo. "todos los días". "tous jours". todos los días hay que ir más rápido que la muerte que fascina lo social.

los humanistas y los renacentistas en la francia del siglo XVI, inmediatamente después de las masacres de la noche de san bartolomé, se sintieron horrorizados. este horror del san bartolomé tuvo consecuencias. primeramente produjo una revolución política. se reforzó la idea de una nación francesa. empezó a condenarse el feudalismo. la religión se des-colectivizó, se interiorizó. la autoridad del estado se amplificó y empezó a sentirse su coerción anónima y atea.

lo que se agregó a la consternación del siglo XX después de la liberación de los campos de concentración que los alemanes habían edificado, es que no hubo repercusiones políticas, ni religiosas ni de xenofilia, ni nacionales ni internacionales. los pogromos recomenzaron; los campos emigraron; la crueldad multiplicó su rostro; los métodos de tortura se perfeccionaron; el terror creció.

resulta que el poder es despreciable, las instituciones deshonestas, las creencias cobardía, la solidaridad vergüenza, la desobediencia virtud, lo antaño barbarie y orgullo.

la tierra gira desde hace tres mil quinientos millones de años. la humanidad existe desde hace un millón de años. la historia de las civilizaciones humanas comenzó hace diez mil años sin que ésta sea continua ni evolutiva. la parte civilizada, artística, noética, literaria no constituye más que una fracción imper- ceptible de la experiencia de la especie homo. en general, imperceptible para ella misma. solamente existen algunas obras, algunos objetos, algunos sonidos, algunos libros, algunos muros que algunos hombres perciben y que se mueven, a veces, de atrás hacia delante.

hubo un tiempo, un tiempo prolongado, en el cual los hombres y las mujeres no dejaban sobre la tierra más que excrementos, gas carbónico, un poco de agua, algunas imágenes y la huella de sus pies.

en el transcurso de los últimos seiscientos millones de años la tierra ha conocido siete extinciones masivas de especies. la primera se sitúa a principios del cambriano, hace quinientos cuarenta millones de años. nosotros somos contemporáneos de la última de ellas. a finales del siglo XXI, la mitad de las plantas y animales que existen todavía se habrán extinguido.

desaparecerán 4 327 especies de mamíferos;
9 672 especies de aves;
98 749 especies de moluscos;
401 015 especies de coleópteros;
6 224 especies de reptiles;
23 007 especies de peces.
el edén se retira poco a poco del jardín.

sábado, 8 de octubre de 2011

ambystoma tigrinum

 de salvador elizondo, ambystoma tigrinum:


el universo paralelepidal de los ajolotes mide 15 x 30 cm. de planta y 20 cm. de altura, con agua hasta la mitad de ésta. este paralelepípedo está inscrito en otro de dimensiones infinitas que constituye el universo imposible del ajolote y sólo el universo posible de la salamandra, al que el ajolote accede por metamorfosis.

toda heurística se ve comprometida en el hecho, experimentalmente significativo en el caso del axólotl, de la imposibilidad de saber a priori, quién observa a quién.

todo en ellos delata una profunda nostalgia por el lodo.  

el habitante ideal de un medio ambiguo: el fango, que no es ni líquido ni sólido, como el ajolote no es ni acuático ni terrestre; ni cabalmente branquial ni totalmente pulmonar, sino ambos o ninguno a la vez.

la evidentísima sensación de que los ajolotes ilustran una teoría radical, inquietante, garrafal, acerca de la naturaleza de la vida, es lo que origina un sinnúmero de posibles mitologías sobre ellos.

no deja de ser bastante interesante el hecho de que el ajolote que vive en el agua es la potencia de un ser que puede vivir en el fuego: la salamandra alquimista.


viaje al origen del axolotl. creación de un periodo capaz de remontarnos hasta este núcleo. 
enormes paramentos y taludes de adobe surcados de formiculantes escalerámenes tallados en la polvaginosa materia de oro que se complican con recios andamiajes tensamente ligados con tendones y sogas que surcan las gigantescas murallas ocreáceas trazando caprichosas demostraciones de una geometría bárbara y terrorífica.

es fácil intuir las formidables construcciones solares que recela esta impenetrable barrera de lodo; la luz la vuelve cristalina y dorada a la vez, como si la ciudad estuviera rodeada por el cilindro titánico de sus murallas de tierra; un topacio radiante en mitad de un espacio ardiente, infinito.

el ajolote es un objeto a partir del cual se puede instaurar el fundamento crítico de una cultura: la cultura axólotl, por ejemplo: su función representa en el ámbito de la naturaleza  (o de lo natural o “exterior”), una forma de civilización interior.

ante las represas ciclópeas: premonición de la ciudad.
raza abocada a una monumentalidad delirante; ingente de grandes materiales sublimes para realizarla. Imagino esta ciudad pentálica más líquida que cualquiera de Grecia.

una ciudad fundada para su población por seres genéticamente transmutantes. axolotitlan. Como si la ciudad hubiera sido construida por esos hombres que cometen grandes crímenes del espíritu impunemente; por nómadas que han llegado, en ese momento incandescente, al último centro de la espiral de su camino y adoptan la condición hierática del sedentario, del erector.

son ingravitantes dentro del agua y figuran en esa quietud inerte en la que discurren la representación del pensamiento puro igual que la potencia de transmutación voluntaria en un espécimen superior de su especie.

la relación estrictamente visual; pavorosa en ambos sentidos.

las dos formas extremas de la vida aquí: el águila que vuela y preda y el ajolote que nada y medra. en medio de ellos el constructor de este sueño de lodo y piedras enormes se ajetrea en el barullo de los mercados y en las inmediaciones de los templos donde se da el espectáculo de los sacrificios humanos.

visión de las serpientes apareadas o luchando. una de jade y otra de obsidiana. la visión de una falacia simbólica que desmienten esas manitas de simio. el ajolote es ambiguo como el hombre que ha levantado estas barreras dentro de las que el espacio parece amplificarse.

agua turbia y espesa para la glorificación de estas construcciones, para la proliferación de estas serpientes que tienen la forma de falos o de excrementos.

en la digresión no está la esencia, sino la vida de la prosa.

aquí no hay columnas; solamente cimientos.

hay, sobre la puerta mayor de las murallas de axolotitlán, inscrita dentro de un pórtico ornado de culebras circunconvulsas, una rúbrica que dice: hemos abolido el sonreír y la reproducción. hemos optado por la metamorfosis.

había soñado antes de llegar a las puertas de axolotitlán con una construcción espiritual hecha totalmente de lodo y de piedra. una construcción tan vasta como la torre de babel dentro de la que fuera posible la perfecta convivencia de esos hombres emplumados con los dioses pétreos y con esas bestias fulgurantes, en un ámbito que tuviera la densidad exacta del pulque, de la sangre.

concebí entonces una raza de seres branquiales que en todo momento detentaran el conocimiento de su posibilidad pulmonar y aérea. me percaté de que habían sido creados para vivir en pequeños charcos de sangre.

quise presenciar el acontecer cruento que configuraba a esa civilización, la cual en todos sus hechos se complacía en las ablaciones y en las disminuciones de sí misma  y que había adoptado el principio de flotación inerte para regir esa forma de vida víscida, conglomerativa, casi inmóvil en que medraba.

el carácter sin embargo patético de los habitantes de esta comarca, cuyo rostro está esgrafiado de un sentimentalismo ríspido, desprovisto de esa fluidez que hace la melodía de la descripción de un rostro atormentado, hace que floten ambiguos, eternos.

el instante, esa porción durante la que nuestro ser está inmóvil entre la luz y la mirada, se amplifica en esa emanación de eternidad como si el gesto fijo que lo representa no se resumiera en el cuerpo del que emana, sino en la quietud tan intensa que es capaz de producir un cuerpo.