jueves, 10 de noviembre de 2011

cutltura pánica

de sergio gonzález rodríguez, el hombre sin cabeza:

una mancha cualquiera me invita a crear preguntas, al misterio y al deseo de desentrañar este misterio. como sabemos, una mancha nunca es sólo una mancha, algún significado encubierto se muestra en la forma que asume. al igual que las nubes en las que creemos ver figuras y asociamos a la fugacidad y el transcurso del tiempo. en el tejido ilusorio de lo cotidiano una mancha es una anomalía a través de la que se escruta algo superior. en una decapitación, la presencia de manchas o borrones posteriores incrementa la magnitud de lo siniestro. la fotografía que tengo ante mis ojos data de mil novecientos treinta y ocho. fue tomada en la provincia de morelos en méxico. retrata a un hombre, ¿o es una mujer?, que tiene un tronco mínimo, del que se desprenden sus dos bracillos. carente de piernas, es una cabeza sin cuerpo depositada en un almohadón. ¿cómo se llama? ¿qué edad tiene? ¿dónde nació? no lo sabemos.

y mira al fotógrafo en forma oblícua. su mirada es triste, sondea lo inexplicable.

un sujeto de traje claro y sombrero está sentado en una silla al lado, desvía sus ojos tanto de la cámara como del hombre que es sólo una cabeza. un ave de corral circunda ésta, ajena a tal anomalía que alcanza a un aura sideral. encarna la cabeza parlante de los mitos.

el ensamble de conceptos que se reconoce en lo bello, lo sublime, lo romántico, lo decadentista, lo siniestro y lo surrealista, se dirige en la actualidad a una irremisible degradación. mario perniola alerta sobre este fenómeno disolvente, al precisar: "en las tendencias ártisticas más avanzadas, la estructura tradicional de separación entre el arte y lo real parece desplomarse definitivamente". hoy en día se generalizaría una especie de realismo psicótico que anula cualquier mediación.

el arte pierde su distancia respecto a la realidad y adquiere una "fisicidad", una materialidad que nunca había poseído antes: la música es sonido, el teatro acción, el arte figurativo tiene una consistencia a la vez visual, táctil, conceptual. añade el crítico italiano que la tendencia artística orientada hacia un realismo cada vez más crudo parece tener sus orígenes en el siglo pasado. el intento de apego de la cultura a las realidades criminales más crueles.

[...]


estoy convencido de que, más allá de la última puerta hacia la noche, aguarda la cultura pánica. pan quiere decir todo. el índice de saturación absoluto. la palabra pánico tiene una fuente mitológica en occidente: el dios pan de los paganos, el dios de la naturaleza. y con mayor exactitud, el de la violación, el de la errancia, los instintos, el extravío momentáneo, la ninfolepsia, la locura instalada, las pulsiones masturbatorias, el miedo profundo. el íncubo que infesta el ámbito privado de las personas.

james hillman ha propuesto también que es la deidad de la fantasía, de la imaginación. pan, el hijo de hermes y una ninfa que lo abandona en el bosque, será rescatado por su padre. envuelto en una piel de liebre, lo conduce al olimpo para regocijo del resto de los dioses. sonríen al verlo.

a la luz de la propuesta de james hillman, se puede atisbar que la cultura actual, poscristiana, posmoderna, posilustrada, ultravanguardista, o bien contramoderna, sería una cultura tecnopánica que involucra seis rasgos:

1) hiperconectividad (la persona se vierte en el mundo imaginal, ubicuo y simultáneo, vive como prótesis encarnada)

2) pansexualismo ( es decir, la definición existencial se da por el índice de eficiencia ante el instinto y los placeres desde lo sexual)

3) imaginación inmersa en un círculo vicioso que se duplica, multiplica, reproduce en lo real y en lo virtual hasta el infinito.

4) trasvasamiento de lo femenino/masculino, lo encarnado/lo descarnado, lo orgánico/lo artificial.

5) narcosis integral ante la vida, el presente y el futuro, donde la magia y la técnica se funden en un deseo compulsivo de crear esferas de trascendencia que se opongan a lo efímero: se expresa así una negación radical de la muerte.

6) temor/deseo ante la catástrofe natural o artificial y sus figuras corpóreas: la guerra, el terrorismo, la violencia, el delito, el crimen organizado, la catástrofe bursátil, la crisis económica, la revolución política, etcétera, o lo sobrenatural.

afirma james hillman: "la visión pánica del hombre expresa que también el hombre es naturaleza pura, y que también en él residen las erupciones volcánicas, los terremotos y los huracanes destructivos. esta realidad no puede contenerse en conceptos abstractos"

[...]

a partir de ésta, podremos descifrar no sólo el carácter verdadero de la creatividad y los productos artísticos hoy proliferantes, sino que también permite entender la fuerza compleja de la barbarie que encubre la cultura y la civilización  contemporáneas, y que habita en fenómenos distintos como la pornografía, la esclavitud laboral, las matanzas del crimen organizado, la prostitución forzada, el abuso de niños y menores, la brujería sacrificial, los homicidios en serie, las mutilaciones, las decapitaciones.

lo pánico: la potencia depredadora que retorna.

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