miércoles, 7 de diciembre de 2011

este méxico triste

de juan bautista villaseca, diurno a mi cuerpo:

ay, este cuerpo mío
me causa tanta lástima
que si no me sirviera
para escribir
un grano en el pan de mis hijos
o como se recuesta en algún  huerto,
alguna golondrina
volanda como un beso,
que si no me sirviera de ti para llorar,
para golpear papeles
cuando es mierda el mundo,
te diera un puñetazo.

ay, cuerpo mío,
que lástima te tengo
porque quiero descansar en las anclas
profundas de tus huesos,
que me sirva tu amor para la lucha,
que escuchemos los dos
la bocina del río junto a la primavera,
que la lluvia nos moje entre árboles y truenos
como tinta celeste,
que al ir contra esta muerte colectiva
soportes mi fusil y mi bandera,
hasta que un día la vida
como un trigo comido nos recoja.

ay, cuerpo mío,
cómo me causas lástima,
porque si ya no puedo,
si tanto te he pesado,
si me vas a dejar como un caballo inútil
a mitad del camino,
si me vas a dejar a la orilla del sueño,
entonces abre las puertas de la noche,
y cuando tú lo quieras vámonos al carajo.

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